Soy peluquera y le di a una clienta un final feliz secreto. / Personales


Soy Charleen, tengo 23 años y trabajo como peluquera en una peluquería pequeña y tranquila. Lo que pasó la semana pasada no se me va de la cabeza, por mucho que vea a muchos clientes o me diga a mí misma que fue solo una vez.

Se llama Philipp. Es un cliente habitual. Alto, seguro de sí mismo, con esa energía serena e intensa que llena una habitación sin que él siquiera lo intente. Vino para un corte de pelo y un masaje capilar, algo completamente rutinario. Pero en cuanto mis dedos se deslizaron por su pelo, algo cambió. Su lenguaje corporal cambió. Su mirada se quedó fija. Y sentí una punzada inconfundible en el estómago.

Una vez que la peluquería se vació, me incliné hacia él y le pregunté en voz baja: "¿Quieres algo más que solo el masaje?".

No respondió. Solo me dedicó esa sonrisa lenta y firme. Cerré la puerta con llave.

De vuelta en el lavabo, me arrodillé frente a él. Me temblaban un poco las manos, pero no de nervios. Su mano se deslizó entre mi pelo mientras lo tomaba en mi boca. Y aquí está la parte que realmente me desconcertó. Sabía bien. Limpio, cálido, en su punto. Normalmente ni siquiera me gusta el sabor. Normalmente lo ignoro y me concentro en la reacción. Pero con Philipp, quería seguir. Lo quería todo.

Se tensó. Suspiró mi nombre. Corrió profundamente. Y t

2025-06-03 / san salvador / El Salvador