Desde mi divorcio, me he acostado con cualquiera que me haya deseado. / Personales

Creo que en el último año, desde mi divorcio, no le he dicho que no a ningún hombre que me haya propuesto sexo. Lo hice en parte para llenar el vacío que sentía. Muchas de mis amigas se horrorizaron cuando les conté cuántos cuerpos tenía, y estaban realmente preocupadas por mí, y me dicen: "Rachel, por favor, no te degrades así" o: "Para, por favor. Haces que todas las mujeres asiáticas queden mal". Pero cuanto más dicen ese tipo de cosas, más ganas tengo de hacerlo. Me enoja que quieran controlar mi vida. Suenan igual que mi exmarido, los padres de mi exmarido y mis propios padres.

Me he acostado con viejos. Me he acostado con universitarios de veintitantos. Me he acostado con chicos que conocí en bares, discotecas, supermercados. Me he acostado con chicos que conocí en Tinder. Ya me he follado a cientos de hombres, y mis actos sexuales incluyen: anal, doble penetración, sexo oral, sexo oral, deportes acuáticos, lluvia dorada, bondage, sadomasoquismo, etc.

Una vez, un tipo me folló el culo y me obligó a hacerle sexo oral inmediatamente después, mientras le contaba a su compañera de piso que yo era una guarrilla. Podía saborear mi propio jugo anal mezclado con su semen en la boca y me sentí tan asqueada que casi me lo creí, pero también me excitó muchísimo.

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