Un hombre casado descargó su frustración en mi coño. / Personales

Estaba chateando con un chico aquí y me contaba todo sobre su vida. Está en la misma situación que muchos otros maridos. Trabaja duro, mantiene a la familia, pero su esposa siempre está demasiado cansada o no tiene ganas de sexo. En su caso, llevaba un mes sin tener sexo y ella parecía una pesadilla.

Me sentí mal, así que me ofrecí como un pequeño alivio. Al principio dudó, ya que nunca me había engañado, pero creo que llegó a un punto en el que necesitaba algo. Quedamos y, vaya, lo necesitaba.

Su polla estaba dura como una piedra todo el tiempo. Se la chupé bien, sentí su polla palpitar en mi boca. Le hice una mamada que su esposa nunca le hacía. Entonces me la dio.

Estaba a cuatro patas y él me folló como un loco. Podía sentir la desesperación en cada embestida de su polla. Finalmente, lo soltó todo y me inundó el coño. Sentí una carga enorme dentro de mí. Me dijo que necesitaba volver con su familia. Salió de mí, me dio una nalgada y me dejó toda mojada y sucia. No he sabido nada de él desde entonces, pero fue tan excitante que le dio a este hombre casado el alivio que tanto necesitaba.